sábado, 30 de noviembre de 2013

otorragias

Hay hemorragias por orificios naturales del cuerpo, este el caso de la otorragia, una salida de sangre (hemorragia) por el oído.
Generalmente es producida por una perforación de la membrana timpánica y aunque normalmente suele ser leve, cuando es constante se puede sospechar la presencia de una fractura craneal.
El sangrado del oído también puede deberse a una lesión, cáncer o un objeto extraño en el conducto auditivo externo.
A diferencia de otros tipos de hemorragia, esta es la única que nunca debemos intentar detener, porque conlleva el riesgo de una hipertensión intracraneal.
Primeros Auxilios:
- No taponar el oído NUNCA. Protegerlo cubriéndolo con una gasa (un apósito estéril) para disminuir al máximo el riesgo de infección.
- Colocar a la persona con la cabeza inclinada hacia el lado que sangra y con almohadillado bajo la cabeza.
- Ante la posibilidad de que la otorragia se deba a un traumatismo craneoencefálico, la víctima debe ser movilizada lo menos posible en posición lateral de seguridad sobre el oído sangrante, con mucho cuidado, para evitar o agravar lesiones en la médula ósea.
- La otorragia no es un proceso menor y quien la padece requiere ser trasladada de inmediato a un centro médico.
 Hay hemorragias por orificios naturales del cuerpo, este el caso de la otorragia, una salida de sangre (hemorragia) por el oído.
Generalmente es producida por una perforación de la membrana timpánica y aunque normalmente suele ser leve, cuando es constante se puede sospechar la presencia de una fractura craneal.
El sangrado del oído también puede deberse a una lesión, cáncer o un objeto extraño en el conducto auditivo externo.
A diferencia de otros tipos de hemorragia, esta es la única que nunca debemos intentar detener, porque conlleva el riesgo de una hipertensión intracraneal.
Primeros Auxilios:
- No taponar el oído NUNCA. Protegerlo cubriéndolo con una gasa (un apósito estéril) para disminuir al máximo el riesgo de infección.
- Colocar a la persona con la cabeza inclinada hacia el lado que sangra y con almohadillado bajo la cabeza.
- Ante la posibilidad de que la otorragia se deba a un traumatismo craneoencefálico, la víctima debe ser movilizada lo menos posible en posición lateral de seguridad sobre el oído sangrante, con mucho cuidado, para evitar o agravar lesiones en la médula ósea.
- La otorragia no es un proceso menor y quien la padece requiere ser trasladada de inmediato a un centro médico.
 Hay hemorragias por orificios naturales del cuerpo, este el caso de la otorragia, una salida de sangre (hemorragia) por el oído.
Generalmente es producida por una perforación de la membrana timpánica y aunque normalmente suele ser leve, cuando es constante se puede sospechar la presencia de una fractura craneal.
El sangrado del oído también puede deberse a una lesión, cáncer o un objeto extraño en el conducto auditivo externo.
A diferencia de otros tipos de hemorragia, esta es la única que nunca debemos intentar detener, porque conlleva el riesgo de una hipertensión intracraneal.
Primeros Auxilios:
- No taponar el oído NUNCA. Protegerlo cubriéndolo con una gasa (un apósito estéril) para disminuir al máximo el riesgo de infección.
- Colocar a la persona con la cabeza inclinada hacia el lado que sangra y con almohadillado bajo la cabeza.
- Ante la posibilidad de que la otorragia se deba a un traumatismo craneoencefálico, la víctima debe ser movilizada lo menos posible en posición lateral de seguridad sobre el oído sangrante, con mucho cuidado, para evitar o agravar lesiones en la médula ósea.
- La otorragia no es un proceso menor y quien la padece requiere ser trasladada de inmediato a un centro médico.
 

La ventilación manual

DESCRIPCIÓN
Administración de oxigeno a través de una bolsa de resucitador
manual (Ambú ®), para prevenir o tratar la hipoxemia y mejorar la
oxigenación tisular

OBJETIVOS
1. Proporcionar al paciente una oxigenación necesaria para
conseguir un intercambio gaseoso adecuado, en situaciones de
emergencia o traslados de pacientes intubados en ausencia de
ventilador de transporte
2. Otorgar el tiempo necesario a la médico para pre oxigenar y
realizar en forma segura una intubación.

RESPONSABLES
Supervisión: Medico, Enfermera, Matrona u Profesional capacitado
Ejecutar: Personal capacitado

MATERIALES Y EQUIPOS
• Bolsa de resucitador manual (Ambú ®)
• Mascarillas ( tamaños según servicio)
• Reservorio
• Conexión de oxigeno
• Red de oxigeno o balón de oxigeno portátil
• Niple o vaso humidificador
• Guantes de procedimiento
• Sonda de aspiración
• Guantes de estéril
• Vacuometro central o máquina de aspiración
• Suero fisiológico o agua bidestilada en ampollas

PROCEDIMIENTO
• Lavado de manos habitual o en seco, según la urgencia que
amerite la situación
• Recolectar el material y trasladar a la unidad del paciente
• Informar al paciente, según nivel de conciencia, del procedimiento
a realizar
• Preservar el nivel autovalencia del paciente, ventilación propia
intermitente
• Verificar que la vía aérea este permeable, aspirar contenido si se
precisa
• Mantener con una posición semisentado ángulo mayor a 30º y con
alineamiento de cervical, según la condición del paciente • Seleccionar el tamaño adecuado de la mascara, con bordes con un
nivel Inflado adecuado o sistema para evitar lesiones operativo ,
para evitar lesiones
• Verificar el correcto funcionamiento del sistema:
o Sellado de la bolsa o fuelle del ambú ®
o Conexión a balón o central de oxigeno
o Conexión del reservorio
• Conectar el Ambú ® a una fuente de oxígeno, con el flujo
indicado por el Médico
• Instalar el humidificador de oxigeno, si el procedimiento se va a
mantener por algún tiempo
• Colocar guantes de procedimiento
• Introducir una cánula mayo, si requiere o lo indican, por uno de
los lados de la boca con la punta dirigida a la nuca del paciente.
Una vez dentro de la boca se gira 180º, evitando la caída hacia
atrás de la lengua
• Colocar la mascarilla al paciente, con un sellado perfecto a la
cara sin lesionarla, abarcando la boca y nariz completamente.
• Fijar la mascarilla con su mano diestra, con los dedos pulgar e
índice a la cara del paciente, con los otros tres dedos
extenderemos el cuello del mismo.
• Insuflar la bolsa del ambú, con la otra mano, a una frecuencia
indicada por el Médico o Profesional a cargo, según criterio clínico
o protocolo de ABCD primario o secundario.
• Conectar el ambú, cuando el paciente esté intubado, al tubo
endotraqueal directamente, pudiendo manejarlo más
cómodamente con las dos manos, con la adecuada fijación del
tubo endotraqueal
• Ambucear sincronizando la ventilación la entregada con el ambú ®
y propia intermitente del paciente, observando el movimiento
toráxico, abdominal y/o diafragmático
• Administrar fármacos, según indicación del Médico, para la
sedoanalgesia o miorelajación necesaria para el procedimiento o
condición del paciente del paciente
• Comprobar la efectividad del sistema, realice medición continuo de
la saturación de oxígeno.
• Retirar el material
• Retirar guantes y desechar
• Lavado de manos
• Registrar en hoja de enfermería
RECOMENDACIONES
• El ambú ®, debe ser de uso individual
• El sistema para administrar la oxigenación, debe ser de uso
individual, limpio y seco, tratado en central de esterilización
• Si se utiliza un balón de oxígeno, tenga cuidado que este no sea
"disparado" contra el paciente, fijando • Ajustar el flujo de O2 de modo que se mantenga la bolsa
constantemente inflada, entre 6 y 15 lpm. Para entregar el flujo
será el necesario para que no se colapse el reservorio
• La mejor oxigenación se logra con un ambú ®, con reservorio con
un flujo de 10 a 15 lpm.
• Frecuencia de insuflaciones, en RCP ABCD primario, a razón de 10
a 12 x min. en adulto y 10 a 20 x min. en edades sobre 8 y menor
de 1 año insuflaciones por minuto.
• Frecuencia de insuflaciones, en RCP ABCD secundario, a razón de
8 a 10 x min., cada 6 a 8 min.
• En el paciente con alteración de la conciencia la lengua se desplaza
hacia atrás y obstruye la vía aérea. Esta obstrucción puede
corregirse simplemente levantando la quijada, fijando la
mandíbula y utilización de cánula de mayo.
Levantar la quijada: Los dedos de una mano se colocan
bajo la mandíbula, que se hala un poco hacia arriba para
llevar la quijada hacia adelante. El pulgar de la misma
mano baja el labio inferior para abrir la boca. No debe
sobre extenderse el cuello.
Fijación de la quijada: Se toman los ángulos del maxilar
inferior con una mano a cada lado, y se desplaza la
mandíbula hacia adelante
• En paciente sin TET, ideal contar con dos personas, de manera
que una posicione adecuadamente la máscara sobre el paciente y
la otra proporcione el fuelle del ambú
• El ambú ® viene en diferentes medidas de acuerdo al paciente en
que se utilice (adulto o pediátrico) lo mismo que las mascarillas.
Las mascarillas son de distinto tamaño. Según la edad se prefieren
las transparentes y de rodete inflable, que permiten ver la
coloración labial, la presencia de vómito y el sellado perfecto a la
cara sin lesionarla.







 

PAUTA DE OBSERVACION: Administración De Oxigeno
 Con Resucitador Manual

NOMBRE OBSERVADOR: ESTAMENTO OPERADOR:
SERVICIO: FECHA:

PASOS OBSERVADOS Si No NC
• Se lavó las manos antes del procedimiento
• Se colocó guantes de procedimiento
• Verifica el buen funcionamiento del sistema
• Verifica la correcta conexión del sistema al oxigeno ( fijación y
litros administrados)

• Verifica vía aérea permeable
• Mantiene una adaptación de la mascarilla del ambú ®, con un
sellado de boca y nariz

• Ambucea con una frecuencia adaptada al movimiento
diafragmático espontáneo del paciente

• Se lavó las manos después del procedimiento

video colocación del colchón de vacio


colocación del colchón de vacio

Indicaciones a cerca del Colchón de vacío

El colchón de vacío está relleno de bolas de poliespan (material sintético ligero y aislante) con una válvula de apertura y cierre a la que se aplica una bomba que permite hacer el vacío y  que permite realizar un molde de todo el  paciente.
Es el sistema de inmovilización adecuado para el traslado terrestre o aéreo pues absorbe gran parte de las vibraciones, aísla al paciente e inmoviliza las lesiones en la posición que se realice el vacío.
El vacío se puede realizar con una bomba de aspiración o con un aspirador de secreciones, adquiriendo una gran rigidez que garantiza la inmovilización del paciente una vez colocado en su superficie, a la vez que se adapta a las curvaturas fisiológicas y patológicas de todo el cuerpo, impidiendo, sus desplazamientos, siempre y cuando se complemente con un collarín cervical y  con los cinturones que fijan el paciente al colchón.
Indicaciones:
Politraumatismos. Especialmente indicado en caso de sospecha de lesiones en la columna vertebral, pelvis y extremidades.
Traslados interhospitalarios de pacientes con fijaciones externas.
Traslados que precisen una posición determinada durante todo el trayecto (decúbito lateral si no se va  a poder controlar la vía aérea)
Técnica de colocación:
Revisar previamente la integridad del colchón de vacío (pues puede estar rasgado y no realizar el vacío necesario)
Dar un poco de forma al colchón repartiendo las bolitas de poliespán del interior.
Levantar al paciente con una camilla cuchara y depositarlo sobre el colchón de vacío.
Abrir la válvula y extraer el aire del colchón mediante la bomba o el aspirador de secreciones e ir conformando el molde del paciente.
Cerrar la válvula.
Asegurar al paciente fijándolo con cinchas al colchón y a la camilla de transporte.
Revisar periódicamente que se mantiene el vacío comprobando su rigidez.
El inconveniente mayor de esta inmovilización es que a pesar de que cuando se hace el vacío el colchón se convierte en un elemento muy rígido, no es conveniente levantarlo del suelo sin utilizar un soporte rígido debajo (tablero espinal largo o camilla de cuchara), ya que se pueden producir arqueamientos; por lo que es recomendable preformar algo el colchón, realizando un poco el vacío en la parte superior antes de colocar al paciente.
En los traslados aéreos hay que tener en cuenta que, con la altura, al disminuir la presión atmosférica, el colchón de vacío puede perder consistencia y, por lo tanto su rigidez.
Para una mejor inmovilización del paciente politraumatizado, la velocidad del traslado deberá ser en todo momento moderada, para minimizar los efectos de la aceleración lineal y angular.
En caso de realizar un traslado corto, y cuando el paciente no comunique su incomodidad, podríamos realizar su traslado sobre el tablero espinal largo  o la camilla de cuchara, evitando así movilizaciones innecesarias.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Rcp pediátrica

La reanimación cardiopulmonar básica es el conjunto de maniobras que permiten identificar si un niño está en situación de parada cardiorrespiratoria y realizar una sustitución de las funciones respiratoria y circulatoria, sin ningún equipamiento específico, hasta que la víctima pueda recibir un tratamiento más cualificado. La reanimación cardiopulmonar básica consta de una serie pasos o maniobras que deben realizarse de forma secuencial: conseguir la seguridad del reanimador y del niño; comprobar la inconsciencia; pedir ayuda y colocar a la víctima; abrir la vía aérea; comprobar la respiración; ventilar; comprobar signos de circulación y/o pulso arterial central; masaje cardíaco; activar el sistema de emergencias, y comprobación de la eficacia de la reanimación. Los cambios más importantes en las nuevas recomendaciones son la relación masaje cardíaco:ventilación y el algoritmo de desobstrucción. A la población general se le enseñará una relación de 30 masajes:2 ventilaciones en lactantes, niños y adultos. El personal sanitario utilizará en el lactante y niño una relación masaje:ventilación de 15:2 ventilaciones, independientemente de que sean 1 o 2 reanimadores. Cuando sólo hay un reanimador éste puede utilizar una relación 30:2 para evitar la fatiga. En el algoritmo de desobstrucción de la vía aérea cuando el niño pierde la consciencia se actuará como si estuvieran en parada cardiorrespiratoria realizando masaje cardíaco (que servirá como maniobra de desobstrucción) y ventilación, comprobando cada 2 min la boca para ver si existe cuerpo extraño, la respiración y la presencia de signos vitales. Las maniobras de reanimación cardiopulmonar básica son fáciles de aprender y cualquier persona puede realizarlas con un entrenamiento adecuado. Por tanto, la reanimación cardiopulmonar básica debe ser enseñada a todos los ciudadanos.