sábado, 30 de noviembre de 2013

colocación del colchón de vacio

Indicaciones a cerca del Colchón de vacío

El colchón de vacío está relleno de bolas de poliespan (material sintético ligero y aislante) con una válvula de apertura y cierre a la que se aplica una bomba que permite hacer el vacío y  que permite realizar un molde de todo el  paciente.
Es el sistema de inmovilización adecuado para el traslado terrestre o aéreo pues absorbe gran parte de las vibraciones, aísla al paciente e inmoviliza las lesiones en la posición que se realice el vacío.
El vacío se puede realizar con una bomba de aspiración o con un aspirador de secreciones, adquiriendo una gran rigidez que garantiza la inmovilización del paciente una vez colocado en su superficie, a la vez que se adapta a las curvaturas fisiológicas y patológicas de todo el cuerpo, impidiendo, sus desplazamientos, siempre y cuando se complemente con un collarín cervical y  con los cinturones que fijan el paciente al colchón.
Indicaciones:
Politraumatismos. Especialmente indicado en caso de sospecha de lesiones en la columna vertebral, pelvis y extremidades.
Traslados interhospitalarios de pacientes con fijaciones externas.
Traslados que precisen una posición determinada durante todo el trayecto (decúbito lateral si no se va  a poder controlar la vía aérea)
Técnica de colocación:
Revisar previamente la integridad del colchón de vacío (pues puede estar rasgado y no realizar el vacío necesario)
Dar un poco de forma al colchón repartiendo las bolitas de poliespán del interior.
Levantar al paciente con una camilla cuchara y depositarlo sobre el colchón de vacío.
Abrir la válvula y extraer el aire del colchón mediante la bomba o el aspirador de secreciones e ir conformando el molde del paciente.
Cerrar la válvula.
Asegurar al paciente fijándolo con cinchas al colchón y a la camilla de transporte.
Revisar periódicamente que se mantiene el vacío comprobando su rigidez.
El inconveniente mayor de esta inmovilización es que a pesar de que cuando se hace el vacío el colchón se convierte en un elemento muy rígido, no es conveniente levantarlo del suelo sin utilizar un soporte rígido debajo (tablero espinal largo o camilla de cuchara), ya que se pueden producir arqueamientos; por lo que es recomendable preformar algo el colchón, realizando un poco el vacío en la parte superior antes de colocar al paciente.
En los traslados aéreos hay que tener en cuenta que, con la altura, al disminuir la presión atmosférica, el colchón de vacío puede perder consistencia y, por lo tanto su rigidez.
Para una mejor inmovilización del paciente politraumatizado, la velocidad del traslado deberá ser en todo momento moderada, para minimizar los efectos de la aceleración lineal y angular.
En caso de realizar un traslado corto, y cuando el paciente no comunique su incomodidad, podríamos realizar su traslado sobre el tablero espinal largo  o la camilla de cuchara, evitando así movilizaciones innecesarias.

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